Junto a un arqueólogo y una artista plástica, el equipo liderado por la arquitecta y académica de la Universidad de Chile Claudia Torres ha registrado una serie de ruinas industriales en zonas rurales a lo largo de todo Chile. Se tratan de obras donde la geografía y la naturaleza han jugado un papel fundamental tanto recurso productivo como testigos de su progresivo deterioro tras ser abandonadas hace décadas.
Titulada “Del ruido al silencio, valoración de ruinas industriales en zonas rurales”, esta investigación con financiamiento Fondart 2017 seleccionó nueve casos en todo Chile: desde el histórico uso del borde costero asociado a la minería en el desierto nortino (Caldera) hasta la explotación maderera en los bosques de la Patagonia en el extremo sur (Contao). Cada obra cuenta con un inédito registro fotográfico y audiovisual que da cuenta del rico entorno natural en el que se construyeron para detonar o asegurar procesos productivos que han moldeado la historia socioeconómica y cultural de cada región.
Por otra parte, la colaboración de la artista plástica Valentina Soto y el arqueólogo Ricardo Labra aportan nuevos enfoques al momento de hablar de ruinas arquitectónicas. Según explica Claudia Torres en conversación con ArchDaily vía email, en la medida que estas obras fueron abandonadas y comenzaron su proceso de deterioro, se convierten en obras escultóricas “por la acción modeladora de la naturaleza sobre la obra humana” y también en obras arqueológicas, ya que “dan cuenta de la historia constructiva, espacial y productiva de una cultura que comienza a desvanecerse en el tiempo”.